Capítulo 197: Queriendo

Había una vez un tranvia de color azul.
Ese pequeño tranvia nos llevó arriba, hacia la montaña; y el pequeño rubiales lo bautizó como "el trentranvia".
Nos sentamos al borde del precipicio, justo donde la puesta de sol, iluminaba el skyline de Barcelona y vuestra total y absoluta belleza exterior e interior.
El sol se apagaba, y bajamos de nuevo con el "trentranvia".
Yo ya no me bajo ni de ese tranvia de felicidad, ni mucho menos de esa montaña de amor.

Que conste en acta que estoy enamorado de tí; y quiero al little Albert cada día más y más.

1 comentaris:

Gemminola dijo...

Que bonic pepe :)