Me llamo Albert, y tengo dos años y medio. Con lo cuál, lo que escribo aquí, no lo escribo yo; me están haciendo el favor...
El domingo, mi mami y su pareja, me llevaron a la playa a pasar el día. Yo me lo pasé muy bien, porqué me bañé, hice agujeros en la arena, salpiqué a la gente con crema solar, jugué a la pelota y comí croquetas de pollo.
Lo que tengo que lamentar de forma encarecida, es que en el tren, me trataron muy mal.
Un tren, en hora punta (de vuelta de la playa), lleno hasta los topes, que tiene que ir bajo el sol de las 17h de la tarde durante más de una hora hasta llegar a su destino...¿puede ir sin aire acondicionado?
Pues parece ser que los cabezas pensantes de RENFE creen que sí, que es aceptable.
Pues para mi no es aceptable que yo, mientras dormía (menos mal), dejara la camiseta chorreando y el pelo completamente empapado. No es aceptable que la pareja de mi madre tuviera que estar ventándome durante una hora entera para que no me asfixiara. No es aceptable que mi madre se mareara por el calor. No es aceptable que los cristales estuvieran completamente empañados, y ni siquiera se viera el exterior. No es aceptable.
Por eso, como con dos años y medio no se escribir, no escribiré una carta de reclamación a RENFE. Ni con dos y medio ni con treinta, de sobras sé, que no iba a servir DE NADA.
2 comentaris:
A esta queja agrego lo siguiente. Otoño, lluvia torrencial, hora punta por la mañana, adultos que van a trabajar, niños en cochecito que van donde buenamente pueden llevarlos, el tren parado entre Torre del Baró y Montcada Bifurcació, cristales entelados y sin un ápice de aire circulando entre los apelotonados pasajeros. El tren estuvo parado 15 minutos sin ningún tipo de explicación.
Si a todo esto le añades el incremento abusivo anual del billete, ¿cómo es que todavía se preguntan por qué no utilizamos más el transporte público?
Sô
Sô: Solo nos queda la explicación de las siglas:
Rogamos
Empujen
Nuestros
Ferrocarriles
Estropeados
Publicar un comentario