No decidió convertirse en eso, nadie le preguntó. Simplemente, le obligaron a morir y luego convertirse en algo que jamás hubiera querido.
Esta es la teoría del árbol estafado.
Creció en un bosque, con sus hermanos de madera, vivió en la ladera de alguna montaña, o quizás a las orillas de un rio. Quizás sufrió al ver morir quemados a algunos de sus hermanos; quizás hechó raíces en una selva tropical. Recibió su bien más preciado del cielo, bebiendo de su agua. Se alimentó de la luz del sol que le dio vida. Se quedó sin hojas en invierno, luego floreció en primavera; sacó a relucir su esplendor en verano, y volvió a recogerse en otoño. Vio pasar la vida durante décadas, supo dar cobijo a muchos animales, insectos y parástios. Compartió espacio con musgo, arbustos y plantas. Vio salir el sol cada mañana y vio la luna despuntar en el horizonte cada noche. Las estrellas le iluminaban en las madrugadas y las tormentas y los dias calurosos, le hacian sentir vivo. Se comunicaba con los suyos, mientras el viento mecía sus ramas. Mientras algun ser humano perdido se acercaba a el despistado, y no le prestaba la más mínima atención. Alguno dejó huella en su tronco, y grabó una insignia de amor para la eternidad.
Pero algún ser humano decidió por él, que debía ir más allá. Decidió que su cuerpo y su madera, debían convertirse en esto:
Que asco de mundo.
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