Afirma Einstein en su teoría de la relatividad especial (y general); que el movimiento es relativo. Entre muchos otros teoremas, claro está.
Pero me fascina profundamente el poder relativizar acerca de algo que en principio parece tan sólido.
Principio: Ponemos un hombre dentro de un cubo opaco sin vistas al exterior. A condición de que sea en el espacio (del cuál Einstein ya presuponía y teorizaba acerca de la ingravidez). Entonces, el cubo, tiene libre el camino, para poder moverse de forma recta, continúa e inalterable.
En un segundo lugar, y situado también en el espacio; situamos un segundo individuo quieto, inamovible y que está observando el cubo desplazarse.
Nudo: Muy bien, entonces ya tenemos el hombre en movimiento y su espectador. El primero, se está desplazando dentro del cubo, del punto A al punto B de forma fácil y clara. El segundo, visiona ese viaje de forma inapelable.
Desenlace: El primer hombre está en movimiento? Seguro?. Depende de a quién le preguntes. Para el primer hombre, no hay viaje ninguno. suspendido en la nada, solo percibe esa suspensión silenciosa dentro de un cubo sin ventanas. Por lo tanto, no tiene percepción del espacio y el movimiento. No siente la influencia de otras fuerzas básicas, como la gravedad, que le indicaría el movimiento. Por lo tanto, para él no hay desplazamiento ninguno.
Claro está, para el segundo, el viaje es un éxito total. El cubo se ha desplazado y el segundo hombre ha realizado un trayecto.
A partir de aquí, se relativiza acerca del espacio y del tiempo. Precisamente del tiempo, ya que si para el primer hombre el tiempo pasa de forma lenta y casi sin poder tener medición alguna (de hecho ninguna ya que no hay referencias); para el segundo es más que evidente el concepto del tiempo, solo por el hecho de reflexionar acerca de lo rápido o lento que haya ido el cubo del punto A al punto B.
Mi reflexión va un poco más allá.
Si para algunos, "algo" es X, para otros es Y. Y de acuerdo, aquí hay factores metafísicos, como los sentimientos, el carácter...y otros físicos como el entorno, la situación personal...
Pero sin embargo, la relatividad se empeña a fondo para ser una constante en nuestros quehaceres diarios...y a mi, me pone.
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