Capítulo 36: Indemnizando

El mundo está loco loco loco.

Eso es por lo menos, lo que proclamaba la película de 1963, de Stanley Kramer.
Es una buena película, entretiene e incluso hace reír.

Lo que ocurre es que como siempre, la realidad supera la ficción.

Ayer escuché una noticia que me puso el estómago del revés.
Un conductor, que atropelló a un transeúnte; le reclama a este el importe de 500€ para la reparación de los desperfectos de su coche. Según sus argumentos, el atropello fue imposible de evitar puesto que el viandante salió de la nada y el conductor no tuvo ninguna opción para esquivarlo. Igualmente, el conductor fue condenado a pagar una indemnización.

Muy bien, correcto. Este señor, atropella a alguien, no tiene ninguna culpa y le dan la razón. Pero…resulta que este viandante ha perdido una pierna entera, y lo han tenido que operar 15 veces de la otra. ESO VALE 500€?????? Es decir, la pierna de este señor, tiene un precio de 500€ por lo menos, según el conductor. Con ese dinero, este individuo, podrá arreglar la abolladuras de su coche, y lo tendrá como nuevo…Fantástico, verdad?
La indemnización que cobró la víctima por el atropello (no recuerdo la cantidad, pero sé que era alta), fue impuesta por un juez; dado que este consideró que el atropello se podría haber evitado (exceso de velocidad, etc). Yo entiendo , que si tu vas por el carril de la derecha, por ejemplo, donde hay coches aparcados; y de repente aparece entre ellos una persona a la que no puedes esquivar; indigne que tengas que pagarle a esa persona. Lo entiendo. Ahora bien…para que este señor perdiera una pierna y le quedara la otra destrozada, tenía que ir bastante deprisa. Si o si.

Y ahora, asistimos al gran momento, en el que este desgraciado, le pide dinero para arreglar su coche. Esos 500€, para lavar la imagen de su coche, y supongo que a su vez, su consciencia (las abolladuras le deben recordar todo el día lo mismo).

Pero bajo mi punto de vista, no se puede ser más egoísta, rastrero, e hijo de puta (con perdón). Vamos a ver….que a ese señor le has arrancado una pierna!!!!! No me entra en la cabeza…no me entra en la cabeza…no me entra en la cabeza…

Desgraciadamente, la noticia tiene antecedentes. Y atención, porque son peores.

Espero no saber nunca quién es este tipo, para no encontrármelo por la calle. La sarta de insultos que se iba a llevar, le quedaban grabados en la cabeza durante un buen tiempo. Pegarle no, no fuera que luego me pidiera una indemnización, claro está.

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