Capítulo 19: Soñando


Si sigo apuntando mis sueños a este ritmo, rellenaré la libreta que tengo en poco tiempo.

No se si es obsesivo, y si más pienso que los apunto, más sueño; el caso es que mi cabeza durante la noche, es una auténtica máquina de fabricar guiones.

Desde islas delante de la playa de la Barceloneta, que se alzan de un modo imposible aún siendo de un diámetro reducido; hasta balones de poliexpán que flotan encima de canales de agua de diseño y que lanzan rayos azules que no duelen.
Pasando por muertos que vuelven a la vida en repetidas ocasiones; pilotos de fórmula uno que se estampan contra un muro; actrices de Hollywood que conviven a mi lado sin más; pisos extraños llenos de tiendas de acampada; mi embarazo total y con parto inminente; mundos apocalípticos que tienen que mandar a unos niños al espacio a salvar el planeta; superpoderes imposibles que me permiten volar a la velocidad de la luz; latas de refresco que contienen un líquido venenoso; fiestas en casas de madera en medio de los Pirineos; ladrones que me intentan robar la cartera del pantalón...

Total, un follón. A veces me despierto estresado, otras veces calmado...Y algunas otras desorientado. Recuerdo un día que no podía despertar de mi sueño.
De pequeño, aprendí que cuando un sueño me daba miedo; me tiraba al suelo (dentro del sueño) y pensaba con todas mis fuerzas que quería despertarme. Y así era. Y no es ninguna vacilada, esto se lo he oído explicar al Dr.Estivil; el hecho es que es posible llegar a hacerlo.
Pues no hace mucho, estaba yo soñando alguna paranoia, que recuerdo que quise despertarme porqué me estaba agobiando mucho. Abro los ojos, y veo mi perra a los pies de la cama. Hasta aquí normal...pero de repente, aparece otra. Y otra. Vale, sigo soñando. Me quedé dormido de nuevo, me quise despertar otra vez y ponerme en pié. No podía levantarme de la cama. Que extraño...bueno, no del todo cuando al final me doy cuenta que sigo soñando. Otra vez me duermo, y al despertar, veo en la pared una cara que me está mirando. Enorme. Joder, que mal rollo. Sigo en el sueño...Pues a la cuarta va la vencida. Al despertarme (definitivamente), estaba completamente empapado en sudor, respirando profundamente y mareado.
Me tuve que levantar, andar hasta el comedor para comprobar que estaba despierto y luego ir a la cocina a beber.

Me fuí a la cama de nuevo y me quedé cómo un tronco.

Algunos de los sueños, evidentemente no son para explicarlos aquí. Están apuntados en la libreta. Y esa libreta; no es más que un plan de jubilación.
En cuanto la tenga repleta (más ún?) con mis sueños absurdos y peliculeros; se la venderé por un alto precio al mejor estudiante de la facultad de Psicología de alguna universidad importante...Para que haga una super tésis de final de carrera.

Precio de salida: 200€.

1 comentaris:

Anónimo dijo...

Jo també somio moltissim, alguns somnis són realment sanguinaris i d'altres sencillament angoixants, però jo ja n'estic acostumada,si t'he de dir la veritat, m'agradaria molt escriure'ls, llàstima que de somnis marranuskus en tingui pocs, per que la majoria dels meus somnis sempre surten visceres, però tenen una trama a vegades interessants.