Es que no lo véis? Os miran… Mira, que nos están mirando! Mira, mira…que nos van a ver mientras les estamos mirando!...
En el trabajo estoy sentado frente a una enorme ventana que dá a un patio interior del barrio del Eixample. Dentro del patio hay de todo. Si, si, literalmente.
Un colegio. Con su patio, sus ventanas; y en una de ellas se ve un piano. El verano pasado, un día escuché a una chica ensayar. Era una gozada trabajar con el calorcito, la ventana abierta y de fondo el piano sonando. Genial. Y en el patio, en otoño hacían ensayos para las actuaciones de la castañada. Todos los críos berreando al unisón alguna canción tradicional…sonaba gracioso. No sé que canción era, pero sonaba gracioso.
Un poco a la derecha, hay un balcón muy grande en un quinto piso, recientemente pintado de un tono pastel (por dentro). Vi todo el proceso de restauración; cómo picaron las paredes, como las volvieron a rebozar, y luego cómo pintaron el balcón. Lo curioso, es que cuentan los más “antiguos”, que la pareja que vive allí salió hace un par de años en pelotas al balcón. No se si por descuido o por morbo; pero aparecieron en bolas…
Delante de esa misma casa, hay un árbol enorme. No sé que será; pero quiero pensar que es un castaño…viejuno ya…porqué tiene pinta de llevar aquí toda una eternidad. Sería genial pensar que ya estaba aquí cuando empezaron a edificar, y que las casas fueron creciendo a su alrededor. Porqué señores míos, tal y cómo siempre explicaba mi abuelo, el Eixample no era más que campos y campos que conectaban con otros pueblos (Gracia, Sarrià, Sant Andreu…).
De hecho ha crecido tanto en altura, que llega al quinto piso! Ahora está más bien pelado, pero en verano recuerdo haberlo visto con la copa llena de hojas y con un montón de pájaros volando a su alrededor.
En la parte central es donde confluyen todos las terrazas…Particulares y de empresas, las hay para todos los gustos. Justo enfrente nuestro y en el otro extremo del patio; una empresa tiene una mesa de jardín con una sombrilla gigante y cuatro o cinco sillas. Y los trabajadores salen a fumar…Les está permitido parar para ir a fumar (no es mi caso, y la verdad es que ya me está bien así), y salir a echar el pitillo en esa terrazita en verano; tiene que ser la ostia.
Las de los particulares, son terrazas más polivalentes. Están las que entretienen todas las tardes a los nietos que al salir del cole se van un rato con los abuelos…y me los imagino merendando un vaso de leche con galletas y luego salir a dar vueltas con la bici; o a chutar un rato la pelota…
Luego están las que sirven a los aficionados a la jardinería. Repletas de rosas, plantas diversas; y no me extrañaría que algún que otro huerto (desde aquí no alcanzo a ver, pero si yo pudiera, tendría una parte de la terraza con tomates, zanahorias y alcachofas, os lo juro)…
Ah, y luego sirven de piscina particular en verano! Con la piscina hinchable….
Por supuesto veo ropa tendida a cascoporro…y también veo abuelitas fregando el balcón cada mañana. Cuando es verano, oyes el “plam plam” del palo de la fregona golpeando los barrotes del balcón…
Y bueno, si puedo ver todo esto, es por factor muy a favor mío. Y es que nuestras cristaleras son “unidireccionales”; es decir, nosotros podemos ver para fuera, pero de fuera a dentro no nos ven… ;-)
En el trabajo estoy sentado frente a una enorme ventana que dá a un patio interior del barrio del Eixample. Dentro del patio hay de todo. Si, si, literalmente.
Un colegio. Con su patio, sus ventanas; y en una de ellas se ve un piano. El verano pasado, un día escuché a una chica ensayar. Era una gozada trabajar con el calorcito, la ventana abierta y de fondo el piano sonando. Genial. Y en el patio, en otoño hacían ensayos para las actuaciones de la castañada. Todos los críos berreando al unisón alguna canción tradicional…sonaba gracioso. No sé que canción era, pero sonaba gracioso.
Un poco a la derecha, hay un balcón muy grande en un quinto piso, recientemente pintado de un tono pastel (por dentro). Vi todo el proceso de restauración; cómo picaron las paredes, como las volvieron a rebozar, y luego cómo pintaron el balcón. Lo curioso, es que cuentan los más “antiguos”, que la pareja que vive allí salió hace un par de años en pelotas al balcón. No se si por descuido o por morbo; pero aparecieron en bolas…
Delante de esa misma casa, hay un árbol enorme. No sé que será; pero quiero pensar que es un castaño…viejuno ya…porqué tiene pinta de llevar aquí toda una eternidad. Sería genial pensar que ya estaba aquí cuando empezaron a edificar, y que las casas fueron creciendo a su alrededor. Porqué señores míos, tal y cómo siempre explicaba mi abuelo, el Eixample no era más que campos y campos que conectaban con otros pueblos (Gracia, Sarrià, Sant Andreu…).
De hecho ha crecido tanto en altura, que llega al quinto piso! Ahora está más bien pelado, pero en verano recuerdo haberlo visto con la copa llena de hojas y con un montón de pájaros volando a su alrededor.
En la parte central es donde confluyen todos las terrazas…Particulares y de empresas, las hay para todos los gustos. Justo enfrente nuestro y en el otro extremo del patio; una empresa tiene una mesa de jardín con una sombrilla gigante y cuatro o cinco sillas. Y los trabajadores salen a fumar…Les está permitido parar para ir a fumar (no es mi caso, y la verdad es que ya me está bien así), y salir a echar el pitillo en esa terrazita en verano; tiene que ser la ostia.
Las de los particulares, son terrazas más polivalentes. Están las que entretienen todas las tardes a los nietos que al salir del cole se van un rato con los abuelos…y me los imagino merendando un vaso de leche con galletas y luego salir a dar vueltas con la bici; o a chutar un rato la pelota…
Luego están las que sirven a los aficionados a la jardinería. Repletas de rosas, plantas diversas; y no me extrañaría que algún que otro huerto (desde aquí no alcanzo a ver, pero si yo pudiera, tendría una parte de la terraza con tomates, zanahorias y alcachofas, os lo juro)…
Ah, y luego sirven de piscina particular en verano! Con la piscina hinchable….
Por supuesto veo ropa tendida a cascoporro…y también veo abuelitas fregando el balcón cada mañana. Cuando es verano, oyes el “plam plam” del palo de la fregona golpeando los barrotes del balcón…
Y bueno, si puedo ver todo esto, es por factor muy a favor mío. Y es que nuestras cristaleras son “unidireccionales”; es decir, nosotros podemos ver para fuera, pero de fuera a dentro no nos ven… ;-)
1 comentaris:
Uala tio xD Per què no fas un culebrón titulat "pati de l'eixample" xD et donaria per capítols!!! jajajaja PtoooO!!!!
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